miércoles, 23 de marzo de 2011

Qué cotidiano puede ser un día, tanto, que aburre.
Tanto, que es imposible no olvidar lo que acabas de hacer hace sólo diez minutos.
Y tener que preocuparte por las fracciones de matemáticas, y solucionar un agotador trabajo de geografía, y buscar una información que seguramente no entiendas. Y cuando intentas limpiar, ordenar, sacudir y pulir tus ideas, y tratar de aclarar tu mente, no funciona.
Y llega ese momento en que te desesperas y empiezas a pensar en voz alta, intentando concentrarte, y en vez de eso piensas qué deberías hacer; y te distraes y mueves las piernas cruzadas de un lado a otro, deseando poder correr hacia el infinito y más allá de la tarea y las obligaciones. Y golpeteas el suelo con tu pie, creando ese sonido tan irritante.
Tac, tac, tac, tac.
¡Pero es que no puedes evitarlo!
El lápiz te pesa en la mano acalorada de escribir y finalmente te rindes, cuando te das cuenta de que un punzante dolor de cabeza te evita pensar con claridad. Te relajas, te levantas de la silla y te estiras.
Tu mente está bastante nublada, pero empiezas a odiar al mundo y a tí misma cuando recuerdas que esa tarea de geografía, y esas tropecientasmil fracciones son para mañana.
Maravilloso, piensas y te vuelves a sentar, turbada y con la mente en un lugar más, mucho más lejano que antes.

jueves, 3 de marzo de 2011

Un cuarto en blanco. Un espacio vacío, pero siniestro, en donde vagabundean almas perdidas en busca de algo invisible, inexistente.
La soledad se palpa en el aire, esperando que nadie acabe con ella. Sabiendo que nadie lo hará.
Las almas en pena, todas juntas en este lugar desolado, no se ven unas a otras. Ellas sólo ven su nariz transparente y sus dedos blancos y sus cabellos ondeando al viento de la desesperción y el miedo.
Y esa brisa que nunca acaba, les quita las pocas fuerzas que les quedan. Las únicas fuerzas, que jamás tendrán.
Y ese ínfimo brillo, lo último, lo más importante, se extingue poco a poco. Un tortuoso descenso hacia la oscuridad infinita, hacia la muerte definitiva, la vida más desolada.
Hacia la inexistencia.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Hay veces en que uno no se da cuenta de la gravedad de las cosas, en el momento en que suceden. Muchas veces pasa que recuerdas la situacion y te dices: "Mira toda la basura que salió de esa insignificante palabra dicha", o "Estúpida soy, por no haber hecho lo que ahora pienso que debería haber hecho"
Y te embrollas tanto, que te olvidas de que ya pasaron, y como dijo alguien muy sabio: "al pasado pisado".

Al Pasado Pisado.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Hay tiempos y tiempos. Tiempos, en los que uno está bien. Tiempos en los que uno está mal; ya sea por uno mismo, o por el dolor de otro. Y hay tiempos donde las lágrimas saladas son mas frecuentes, cuando los gritos se hacen diarios y cuando la monotonía te abruma. Hay dias en los que querés meterte en un agujero, y otros días en los que podrías saltar de felicidad.
Hay momentos tristes en la vida, en donde alguien te falta, o recuerdas el vacío que dejó, y todo parece gris.
Pero hay que saber, aunque esta frase esté muy trillada, que todo va a estar bien, que alguna vez vas a ser feliz y que hay que tener mas optimismo del que pensás poder tener.


Desentoná con todo el mundo, sonreí.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Qué rápido pasa el tiempo. De un momento a otro, creciste. Cambiamos, irremediablemente somos distintas a como éramos.
El tiempo transcurrió velozmente y los días pasan ahora por mi mente como borrones neblinosos, que se arremolinan en mi memoria, y que me llenan de confusión.
Y temor es lo que siento en las noches. ¿Que tal si mañana, todo cambia? En sólo un segundo, podríamos dejar de ser.
Solamente por un error, podemos arruinarnos.
Y qué distinto era cuando éramos pequeñas, que todo se podía arreglar simplemente con un "perdoname, fue sin querer" y cuando todo era mejor sólo con un abrazo de tu mamá.
Y qué  felices eran esos tiempos en los que un beso en la mejilla de parte de un chico, estaba totalmente prohibido.
Cómo pasa el tiempo, dice mi abuela, ya estás enorme.
Y nos sentimos bien, porque eso quiere decir que cambiamos, que crecimos, que maduramos.
Pero se extrañan los recreos de la primaria, y los caramelos a escondidas, y se extrañan las peleas inocentes y las buenas compañías.
Se extraña, se extraña. Y qué rápido pasa el tiempo.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Porque decidí que quiero estar bien.
Pero bien, de verdad. Bien con vos, bien con él, bien con ella. Bien con todos.
Bien, conmigo misma.
Porque a veces uno aprende que la oscuridad siempre tiene un poco de claridad, y que el sol siempre vuelve a brillar, y que se puede sonreír por segunda vez.
Porque se puede sonreír por segunda vez. Se puede sonreír siempre.
Y hemos llegado a ser tan ortivos, que cuando vas sonriendo por la calle, sin razon alguna, una persona te pregunta:
—¿Por qué siempre sonriente vos?
Y vos sonreís mas amplio y le decís:
—Por la vida.
Y seguramente, él te va a mirar como si estuvieras loca, porque "por la vida", en estos tiempos, no es una razon viable.
Pero para mí, .
Porque yo quiero sonreír. Siempre.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Free.
Libre al fin.
Todos los pesares se fueron, las tareas se acabaron y hay paz dentro mío.
Soy feliz.
Feliz





Que bien suena, ¿verdad? Ojalá fuese cierto.